PROCEDIMIENTO
El procedimiento de relajación que se presenta en este artículo, es una adaptación de la técnica de relajación progresiva de Jacobson (1934), basada en las realizadas por Wolpe (1973) y Bernstein y Borkovec (1973). La técnica original es mucho más larga que la presentada aquí, ya que introduce más variedad de ejercicios para cada grupo muscular; en cada grupo se suelen emplear de 7 a 12 dias.
El tipo de instrucciones son, sin embargo, similares, con la salvedad de que están elaboradas para ser autoaplicadas. Para ello, se ilustra con dibujos detallados de forma que el sujeto pueda comprender por si mismo como realizar el ejercicio.
La mayoría de los autores que utilizan la técnica de relajación progresiva han adaptado y simplificado la técnica de Jacobson por dos razones: 1) Se pueden obtener los mismos resultados con 8 – 10 sesiones, mas las sesiones de practica en casa, que con las 90 sesiones originales de Jacobson. 2) parece que los sujetos siguen mejor la técnica cuando, al menos al principio, es el propio terapeuta quien los dirige en los ejercicios de tensar – relajar.
Antes de presentar los elementos formales de la técnica, queremos hacer hincapié en una serie de aspectos necesarios para la aplicación de la técnica. En concreto se va a considerar los Aspectos referentes a la evaluación, La relación paciente – terapeuta, Ambiente Físico, Voz del terapeuta, Presentación de la técnica.
Aspectos referentes a la evaluación, En clínica, es importante tener en cuenta que ni siquiera una técnica aparentemente sencilla y buena para todo puede ser aplicada directamente sin evaluar primero el problema. Seria una perdida de tiempo y un esfuerzo inútil llevarla a cabo si no se esta seguro de que n incremento en la habilidad para relajarse va a ser un factor importante en la resolución del problema que presenta el paciente.
La relación paciente – terapeuta, EL PSICÓLOGO NO ES UN SIMPLE TÉCNICO; es un frase hecha, ampliamente conocida pero poco aplicada. Tantos los aspectos anteriores concernientes a la evaluación como los incluidos en ese apartado, hacen referencia a ella. No es suficiente conocer y saber aplicar bien la técnica de relajación; es necesario saber por que y cuando, y no solo que el terapeuta lo conozca, sino que sepa comunicárselo al paciente. Para ello, es necesario establecer una buena relación de trabajo en la que este claro que es el paciente quien va a aprender a resolver sus problemas con la ayuda del psicólogo, el terapeuta debe esforzarse en no fomentar en ningún momento la dependencia; efectivamente, el éxito de la relajación no depende de que el terapeuta sea muy bueno con la técnica sino que sea muy bueno motivando y asegurándose de que el paciente aprende a: 1) reconocer y relajar la tensión muscular, 2) practicar diariamente en casa 3) aplicar la relajación en su vida cotidiana y ante situaciones estresantes especificas, y 4) convertirla en un habito.
Ambiente Físico, Hace referencia sobre todo a la sala de relajación y el mobiliario donde se lleve a cabo la relajación, aunque también puede incluirse aquí el atuendo del paciente. El mobiliario en el que se practique la relajación varía según los distintos autores. En cuanto al atuendo del paciente cuando aprende relajación, lo importante es que se encuentre cómodo y que no se lleve prendas ceñidas que dificulten la circulación. Como norma, es mejor observar al paciente y pedirle que se desprenda solo de aquellos objetos que puedan obstaculizar la relajación – tensión de algún grupo muscular
Voz del terapeuta, El tono y la intensidad de voz que el terapeuta utilice cambia según el procedimiento de relajación que emplee – relajación progresiva, pasiva, autógena, hipnosis, etc.-. Esto es así debido a los fundamentos y a la lógica que hay detrás de cada técnica. La relajación progresiva, al fomentar el proceso de discriminación tensión – relajación. Es en la que menos se utilizan tonas de voz sugestivos. La voz sigue un tono normal, un poco bajo y pausado, pero que no va perdiendo en volumen ni asiéndose cada vez más lento. Por el contrario, las técnicas de hipnosis pretenden alcanzar estados de relajación profundos mediante el uso de frases y palabras sugestivas.
Presentación de la técnica, de relajación debe comprender los siguientes puntos: finalidad para la que se va a enseñar y relación con el problema del paciente, en que consiste la técnica en términos generales, como se va a proceder en la sesiones, importancia de la practica en casa y, por ultimo, en que consiste la sesión actual.
El procedimiento de relajación que se presenta en este artículo, es una adaptación de la técnica de relajación progresiva de Jacobson (1934), basada en las realizadas por Wolpe (1973) y Bernstein y Borkovec (1973). La técnica original es mucho más larga que la presentada aquí, ya que introduce más variedad de ejercicios para cada grupo muscular; en cada grupo se suelen emplear de 7 a 12 dias.
El tipo de instrucciones son, sin embargo, similares, con la salvedad de que están elaboradas para ser autoaplicadas. Para ello, se ilustra con dibujos detallados de forma que el sujeto pueda comprender por si mismo como realizar el ejercicio.
La mayoría de los autores que utilizan la técnica de relajación progresiva han adaptado y simplificado la técnica de Jacobson por dos razones: 1) Se pueden obtener los mismos resultados con 8 – 10 sesiones, mas las sesiones de practica en casa, que con las 90 sesiones originales de Jacobson. 2) parece que los sujetos siguen mejor la técnica cuando, al menos al principio, es el propio terapeuta quien los dirige en los ejercicios de tensar – relajar.
Antes de presentar los elementos formales de la técnica, queremos hacer hincapié en una serie de aspectos necesarios para la aplicación de la técnica. En concreto se va a considerar los Aspectos referentes a la evaluación, La relación paciente – terapeuta, Ambiente Físico, Voz del terapeuta, Presentación de la técnica.
Aspectos referentes a la evaluación, En clínica, es importante tener en cuenta que ni siquiera una técnica aparentemente sencilla y buena para todo puede ser aplicada directamente sin evaluar primero el problema. Seria una perdida de tiempo y un esfuerzo inútil llevarla a cabo si no se esta seguro de que n incremento en la habilidad para relajarse va a ser un factor importante en la resolución del problema que presenta el paciente.
La relación paciente – terapeuta, EL PSICÓLOGO NO ES UN SIMPLE TÉCNICO; es un frase hecha, ampliamente conocida pero poco aplicada. Tantos los aspectos anteriores concernientes a la evaluación como los incluidos en ese apartado, hacen referencia a ella. No es suficiente conocer y saber aplicar bien la técnica de relajación; es necesario saber por que y cuando, y no solo que el terapeuta lo conozca, sino que sepa comunicárselo al paciente. Para ello, es necesario establecer una buena relación de trabajo en la que este claro que es el paciente quien va a aprender a resolver sus problemas con la ayuda del psicólogo, el terapeuta debe esforzarse en no fomentar en ningún momento la dependencia; efectivamente, el éxito de la relajación no depende de que el terapeuta sea muy bueno con la técnica sino que sea muy bueno motivando y asegurándose de que el paciente aprende a: 1) reconocer y relajar la tensión muscular, 2) practicar diariamente en casa 3) aplicar la relajación en su vida cotidiana y ante situaciones estresantes especificas, y 4) convertirla en un habito.
Ambiente Físico, Hace referencia sobre todo a la sala de relajación y el mobiliario donde se lleve a cabo la relajación, aunque también puede incluirse aquí el atuendo del paciente. El mobiliario en el que se practique la relajación varía según los distintos autores. En cuanto al atuendo del paciente cuando aprende relajación, lo importante es que se encuentre cómodo y que no se lleve prendas ceñidas que dificulten la circulación. Como norma, es mejor observar al paciente y pedirle que se desprenda solo de aquellos objetos que puedan obstaculizar la relajación – tensión de algún grupo muscular
Voz del terapeuta, El tono y la intensidad de voz que el terapeuta utilice cambia según el procedimiento de relajación que emplee – relajación progresiva, pasiva, autógena, hipnosis, etc.-. Esto es así debido a los fundamentos y a la lógica que hay detrás de cada técnica. La relajación progresiva, al fomentar el proceso de discriminación tensión – relajación. Es en la que menos se utilizan tonas de voz sugestivos. La voz sigue un tono normal, un poco bajo y pausado, pero que no va perdiendo en volumen ni asiéndose cada vez más lento. Por el contrario, las técnicas de hipnosis pretenden alcanzar estados de relajación profundos mediante el uso de frases y palabras sugestivas.
Presentación de la técnica, de relajación debe comprender los siguientes puntos: finalidad para la que se va a enseñar y relación con el problema del paciente, en que consiste la técnica en términos generales, como se va a proceder en la sesiones, importancia de la practica en casa y, por ultimo, en que consiste la sesión actual.
Durante esta presentación y después de ella, el terapeuta debe asegurarse que el paciente comprender los siguientes puntos: finalidad para la que se va a enseñar y relación con el problema del paciente, en que consiste la técnica en términos generales, como se va a proceder en las sesiones, importancia de la practica en casa y, por ultimo en que consiste la sesión actual.
Durante esta presentación, y después de ella, el terapeuta debe asegurarse que el paciente comprende y acepta la información recibida. Es decir, que tiene sentido para este porque, para que y como va a aprender a relajarse.
Hay que tener en cuenta que la presentación de la técnica se hace al final del periodo de evaluación. En ese, tanto el terapeuta como el paciente han ido observando y analizando las conductas problemáticas, de forma que ambos saben ya que el componente, o uno de los componentes más importantes de dichas conductas, es la tensión y por tanto, tiene sentido aprender algo para hacerle frente.
LA TÉCNICA DE LA RELAJACIÓN PROGRESIVA.
El orden en que se tratan los grupos musculares, el número de sesiones y el tipo de ejercicios de tensión se explican al paciente antes de cada una de las mismas.
Antes de comenzar la secuencia de ejercicios de tensión – relajación, se le pide al paciente que deje que sus ojos se vayan cerrando, y que se relaje. Después de 1 o 2 minutos comienza la secuencia de ejercicios, para lo que se sigue una guía relativamente estandarizada.
Después de aproximadamente 5 o 7 segundos (prácticamente lo que duran las palabras del terapeuta), a menudo el paciente no deja caer su mano sino que la coloca sobre las piernas, si ocurre esto el terapeuta le recordara las instrucciones, suavemente terapeuta tendrá que modelarlo. Una vez que el paciente ha “soltado” la tensión, el terapeuta continua enfatizando ahora las nuevas sensaciones.
Después de 30-40 segundos de relajación, se repite de nuevo el ejercicio, y así hasta completar los ejercicios de los brazos. El resto del tiempo hasta aproximadamente 20 minutos que dura cada sesión de relajación, se dedica solo a relajar. Para esto, se continúan repitiendo las instrucciones anteriores de relajación. También se puede intercalar con ellas algunas de relajación pasiva. En cada nueva sesión, el terapeuta procederá a relajar, en el mismo orden, pero esta vez sin tensar, los grupos musculares aprendidos en la sesión anterior y practicada en casa añadiendo a esto los ejercicios de tensión-relajación correspondientes a la sesión. Es importante que el paciente aprenda a mantener relajados todos los músculos excepto el que este tensando. Es decir, que por ejemplo, no tense otra vez los ojos mientras tensa la boca. El terapeuta deberá indicárselo antes de comenzar la relajación, cuando le presente los ejercicios nuevos, y recordárselo cuando el paciente no actué así.
Este aprendizaje de tensar solo los músculos que voluntariamente quiere, le ayudara a generalizar a la vida diaria, practicando en ella la relajación diferenciar, que veremos en la aplicación de las mismas
Estas sesiones de relajación tienen lugar generalmente dos veces por semana, practicándose diariamente lo aprendido en ellas. Para la practica en casa, es conveniente utilizar autoregistros donde le paciente anota la hora del día, el grado de relajación antes y después de la practica y los problemas encontrados durante ella (interrupciones, no concentración, dormirse, etc.).
LA TÉCNICA DE LA RELAJACIÓN PASIVA.
Se diferencia de la relajación progresiva en que en esta técnica no se utilizan ejercicios de tensar, sino solo de relajar grupos musculares. Aunque la relajación progresiva permite percibir estados de tensión muscular de forma muy especifica, la técnica de la relajación pasiva tiene alguna ventaja sobre la anterior. Así, puede ser muy útil en los siguientes casos: 1) con personas que encuentran difícil relajarse después de haber tensado los músculos; 2) con personas en las que no este aconsejado tensar ciertos músculos debido a problemas orgánicos o tensiónales; y 3) como ayuda inicial para personas que encuentren difícil relajarse en casa. Para ello, las instrucciones se graban en una cinta con la que el paciente practica diariamente.
Las instrucciones que se especifican a continuación son una adaptación de la técnica de relajación pasiva utilizada por Schwartz y Haynes (1974). Estas instrucciones pueden ser dadas en la clínica o grabadas en cinta. En ellas, además de las frases propias de la relajación pasiva, se intercalan también frases propias de la relajación pasiva, se intercalan también frases típicas de la relajación autógena frases que hacen referencia a sensaciones de peso y calor y breves indicaciones focalizadas en la respiración.
Después de 30-40 segundos de relajación, se repite de nuevo el ejercicio, y así hasta completar los ejercicios de los brazos. El resto del tiempo hasta aproximadamente 20 minutos que dura cada sesión de relajación, se dedica solo a relajar. Para esto, se continúan repitiendo las instrucciones anteriores de relajación. También se puede intercalar con ellas algunas de relajación pasiva. En cada nueva sesión, el terapeuta procederá a relajar, en el mismo orden, pero esta vez sin tensar, los grupos musculares aprendidos en la sesión anterior y practicada en casa añadiendo a esto los ejercicios de tensión-relajación correspondientes a la sesión. Es importante que el paciente aprenda a mantener relajados todos los músculos excepto el que este tensando. Es decir, que por ejemplo, no tense otra vez los ojos mientras tensa la boca. El terapeuta deberá indicárselo antes de comenzar la relajación, cuando le presente los ejercicios nuevos, y recordárselo cuando el paciente no actué así.
Este aprendizaje de tensar solo los músculos que voluntariamente quiere, le ayudara a generalizar a la vida diaria, practicando en ella la relajación diferenciar, que veremos en la aplicación de las mismas
Estas sesiones de relajación tienen lugar generalmente dos veces por semana, practicándose diariamente lo aprendido en ellas. Para la practica en casa, es conveniente utilizar autoregistros donde le paciente anota la hora del día, el grado de relajación antes y después de la practica y los problemas encontrados durante ella (interrupciones, no concentración, dormirse, etc.).
LA TÉCNICA DE LA RELAJACIÓN PASIVA.
Se diferencia de la relajación progresiva en que en esta técnica no se utilizan ejercicios de tensar, sino solo de relajar grupos musculares. Aunque la relajación progresiva permite percibir estados de tensión muscular de forma muy especifica, la técnica de la relajación pasiva tiene alguna ventaja sobre la anterior. Así, puede ser muy útil en los siguientes casos: 1) con personas que encuentran difícil relajarse después de haber tensado los músculos; 2) con personas en las que no este aconsejado tensar ciertos músculos debido a problemas orgánicos o tensiónales; y 3) como ayuda inicial para personas que encuentren difícil relajarse en casa. Para ello, las instrucciones se graban en una cinta con la que el paciente practica diariamente.
Las instrucciones que se especifican a continuación son una adaptación de la técnica de relajación pasiva utilizada por Schwartz y Haynes (1974). Estas instrucciones pueden ser dadas en la clínica o grabadas en cinta. En ellas, además de las frases propias de la relajación pasiva, se intercalan también frases propias de la relajación pasiva, se intercalan también frases típicas de la relajación autógena frases que hacen referencia a sensaciones de peso y calor y breves indicaciones focalizadas en la respiración.
Las instrucciones duran unos 20 minutos, durante los cuales la voz del terapeuta solo se interrumpe durante pausas (2 o 3 segundos, señaladas en el texto mediante puntos suspensivos). El tipo de voz suele ser más lento y pausado que el utilizado en la relajación progresiva, aunque sin llegar a adquirir tonos hipnóticos. Debido a esta entonación, la relación pasiva puede producir estados de relajación más profundos en una primera sesión. Sin embargo, también produce mas dependencia a la voz del terapeuta, por lo que recomendamos que si se utiliza, se haga especial énfasis en que el paciente interiorice las instrucciones lo antes posible, de forma que la cinta dada para casa vaya siendo progresivamente retirada.
LA RELAJACIÓN AUTOGENA.
LA RELAJACIÓN AUTOGENA.
La técnica de la relajación autógena de Schultz (932), otra de las técnicas clásicas más conocidas en relajación. Consiste en una serie de frases elaborados con el fin de inducir en el sujeto estados de relajación a través de autosugestiones sobre: 1) sensaciones de pesadez y calor en sus extremidades; 2) regulación de los latidos de su corazón; 3) sensaciones de tranquilidad y confianza en si mismo; y 4) concentración pasiva en su respiración. Al igual que con las otras técnicas, el sujeto ha de practicarlas varias veces al día hasta que llegue a conseguir relajarse de forma automática.
APLICACIÓN
La importancia de las técnicas de relajación no reside en ellas mismas al igual que ocurre con cualquier técnica no son fines en si mismas, sin los medios para alcanzar una serie de objetivos. El objetivo fundamental de estas técnicas es dotar al individuo de la habilidad para hacer frente a situaciones cotidianas que le están produciendo tensión o ansiedad. Estas situaciones pueden ser:
Actividades rutinarias que el sujeto esta llevando a cabo con mas tensión de la necesaria para su correcta realización, y que le esta provocando un elevado estado de activación o ansiedad generalizada.
Situaciones específicas ante las que el sujeto experimenta ansiedad o estrés.
BIBLIOGRAFIA
. Caballo, V. (1995) Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta; ED. Siglo XXI; Madrid; España
. Payne, R. (2002) Técnicas de Relajación Guía Practica; ED. Paidotribo; Madrid;
1 comentario:
Me gusto mucho el articulo y muy completa la informacion, voy a ponerlo en practica!
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